What is the Self?

Journey to Oneness are wisdom words from Fr. Thomas Keating spoken during the filming of his last DVD series That We May Be One in July 2016. Some are included in the series; others are from footage published here for the first time. A new word will be posed every Monday throughout the year. May they serve to inspire hope and lift your heart.

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God is not just with us, not just beside us, not just under us, not just over us, but within us, at the deepest level, and actually is a step beyond the true Self. Self itself is a great subject of discussion and what is the self? The only self we really know is the false self that developed in infancy under the influence of the three emotional programs, but especially under the influence of a separate-self sense, so that the infant after six or eight months depending on mother, begins to realize she is not going to do everything forever (not rationally yet, but intuitively) so it begins to take care of itself, and so then it needs to feel secure, to feel loved, and these are very grounding experiences, and it  needs to experiment, or power and control. I have gone into that in great length in some of my books.

 

The self is not an entity. Science has looked everywhere for a self in the human organism. You cannot find one. So, there is no central accountable place of a physical nature that you can identify. But if you remember the development of the child, that at each level, when it moves to a new level, it has to let go of things that it liked in the previous stage, but did not feel that they were necessary to maintain because of the new perspective. So, every substantial change in life or in consciousness provides a whole new perspective that then requires some time to integrate it into our mind, body, emotions, and spirit. So, God must know this.

¿Qué es el Yo?

Dios no está meramente con nosotros, no solo a nuestro lado, ni debajo nuestro, ni arriba nuestro, sino en nuestro interior, en el nivel más profundo, y en realidad está un paso más allá del verdadero Yo. El Yo es, en si mismo, un gran tema de discusión: ¿qué es el yo? El único yo que conocemos es el falso yo que se desarrolló en nuestra infancia bajo la influencia de los tres programas emocionales, pero especialmente influido por un sentido del yo separado. De tal modo que el bebé, que ha pasado seis o siete meses dependiendo de su madre, comienza a darse cuenta que ella no va a hacer todo por él para siempre (no en un nivel racional sino intuitivamente) así que comienza a ocuparse de si mismo, y por lo tanto necesita sentirse seguro, amado - esas son experiencias básicas– y también necesita experimentar poder y control. He hablado extensamente acerca de esto último en algunos de mis libros.

 

El yo no es una entidad. La ciencia ha buscado en todas partes al yo en el organismo humano. No se lo puede encontrar. No hay un lugar central de naturaleza física que pueda atribuírsele y que podamos identificar. Pero recordemos el desarrollo del niño, y el hecho de que, al trascender cada nivel  y pasar a un nuevo nivel, tiene que dejar ir aquellas cosas que le gustaban en el nivel que deja atrás pero que ya no estima necesarias debido a la nueva perspectiva. Cada cambio importante en la vida o en la conciencia, por lo tanto, nos brinda una perspectiva totalmente nueva, que luego requiere de algún tiempo para ser integrada en nuestra mente, cuerpo, emoción y espíritu. Dios debe saber esto.