English Transcript
Betty Sue Flowers: What would be the anagogical level [of prayer]?
Fr. Thomas: Anagogical really is a word about love. So the anagogical state is the result of a love that has moved beyond words or reflection or the exchanges of sweet things, whatever this might be in our conversation with God, to a place where our faculties simply linger or rest in the spiritual disposition that our reflections or responses have given rise to. As for instance, when St. Francis of Assisi spent a whole night holding a crucifix and just saying, “My Lord and my God.” Was that Lectio Divina? Of course! But was it reflection? No. Was it making acts of the will? Not really. Because we don’t know that he said that incessantly. So resting in God is when we have simplified our acts of the will, that you don’t have to keep saying it in order to maintain the disposition of consent and surrender and receptivity that characterize the spiritual meaning of rest. As Jesus put it, “Come to me all who labor, making too much effort – that’s a paraphrase – and I will give you rest.” And so, the rest can be, again, different levels, or different intensities or profundities of that term, which is rooted in, of course, the Sabbath of the Jewish mysticism in which a whole day was dedicated to rest in honor of God’s resting on the seventh day of creation. And so, presumably, what he did on the seventh day, was to enjoy the fruits of his labors, without doing anything. Anyway, that’s the image, or the metaphor.Semana de septiembre 14: El Nivel Anagógico de la Oración
Betty Sue Flowers: ¿Cuál sería el nivel anagógico de la oración?Anagógico en realidad es una palabra acerca del amor. Así que el estado anagógico es el resultado de un amor que ha ido más allá de las palabras o de la reflexión, o de intercambiar algo dulce - lo que sea que eso represente en nuestra conversación con Dios - a un lugar en el que nuestras facultades simplemente permanecen o descansan en la disposición espiritual que ha surgido de nuestras reflexiones o respuestas. Un ejemplo sería cuando San Francisco de Asís pasó toda una noche sosteniendo un crucifijo y solo diciendo “Señor mío y Dios mío.” ¿Eso fue Lectio Divina? ¡Por supuesto! ¿Pero fue una reflexión? No. ¿Fue hacer actos de voluntad? No tanto. Porque no sabemos que lo haya dicho incesantemente.Entonces, descansar en Dios es haber simplificado los actos de voluntad de modo que no necesitemos seguir diciéndolo para mantener la actitud de consentimiento, entrega y receptividad que caracterizan el sentido espiritual del descanso.Como lo expresó Jesús, "Venid a mí todos los que estáis trabajando, haciendo un excesivo esfuerzo – esta es una paráfrasis - y yo os daré descanso". Así, el reposo puede referirse a diferentes niveles, o diferentes intensidades o profundidades de ese término, que está basado , por supuesto, en el Sabbath del misticismo judío, en el que un día entero se dedicaba a descansar en honor al descanso de Dios en el séptimo día de la creación. Y por lo tanto, presumiblemente, lo que él haya hecho en el séptimo día haya sido disfrutar de los frutos de su labor sin hacer nada. De todos modos, esa es la imagen o la metáfora.
