English Transcript
Science is really inviting us to change our whole understanding both of life and of death as we learn more about how fragile the universe is and its evolution which through explosions and devastations of the galaxies and enormous changes in temperature that have gradually but very intelligently been arranged so that life can actually, or the necessities of life can come into existence someplace, even if it’s in such a modest and helpless place as planet Earth. This is telling us that we have here no lasting city, to say the least. Why be surprised – anything can happen?! Why? Because God is manifesting infinite possibilities right now, at every nanosecond of time. They're all coming from an immense love and a desire to manifest not just the admiration of a grandma, but the kind of love that is prepared to give up divine love itself in order to enrich these ungrateful, insensitive characters we call people, beginning with ourselves. The net result, it seems to me, that should begin to appear is a certain "Cosmo-vision," a word that [Raimon] Panikkar uses, which is a harmony, or an accord, or a consent, or a receptivity to what is, just as it is, including God just as God is without knowing what that is.Semana de noviembre 30 – Receptividad a lo que Es.
La ciencia nos está invitando verdaderamente a que cambiemos todo lo que comprendemos tanto de la vida como de la muerte, al entender lo frágil que es el universo y su evolución por medio de explosiones y destrucciones de galaxias y enormes cambios de temperatura. Estos han ocurrido gradualmente, y muy inteligentemente, para que la vida, o las condiciones de vida, puedan existir en algún lugar, aunque sea en un lugar tan modesto e indefenso como el planeta Tierra. Esto nos dice que no tenemos aquí ninguna ciudad eterna, por decir lo mínimo. ¿Por qué sorprendernos? ¡Cualquier cosa puede suceder! ¿Por qué? Porque Dios está manifestando infinitas posibilidades en este momento preciso, en cada nanosegundo de tiempo. Todas provienen de un inmenso amor y un deseo de manifestar no solo la admiración de una abuela, sino el tipo de amor que está dispuesto a renunciar al amor divino mismo para enriquecer a estos personajes ingratos e insensibles a los que llamamos personas, empezando por nosotros mismos. El resultado de esto que debería empezar a aparecer, creo, es una cierta cosmovisión - una palabra que usa Panikkar - una armonía, o un acuerdo, o un consentimiento, o una receptividad a lo que es, tal como es, incluyendo a Dios tal como es, sin que sepamos qué es.
