Christian Non-Duality

Journey to Oneness are wisdom words from Fr. Thomas Keating spoken during the filming of his last DVD series That We May Be One in July 2016. Some are included in the series; others are from footage published here for the first time. A new word will be posed every Monday throughout the year. May they serve to inspire hope and lift your heart.

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Non-duality is becoming a household word in places where inter-spiritual dialogue is a familiar phenomenon. So, this of course, is a big issue for all the religions, but I will confine myself mostly to how it affects our Christian understanding of the transformative process. Non-duality is kind of a synonym for awakening or enlightenment, as expressed in some of the other world spiritual traditions. I will try to put this in a context of our Scriptural tradition and I suggest this as a way of opening us to this important and profound subject. Christian Tradition as we experience it or did experience it in early childhood has little to say about non-duality. So, it is a term that is a result of inter-spiritual dialogue with other world religions and sacred traditions.

We are supposed to become a sacrament by being always in the presence of God and in relation to God. It’s not a Sunday affair. It’s not a goodnight prayer. It’s not a wake-up prayer. It’s all the time; that is, the goal in which we are in God and our actions are motivated by the Spirit’s movement and inspiration and guidance within us. It is Christ teaching about what to do and how you follow him, if you want to follow him, and if you want to follow him, and where it goes into oneness with the Trinity and with the Divine Life.

The doctrine of the Divine Indwelling is the way that this is usually expressed in Christian circles. Silence is this infinite, boundless presence of the Ultimate Reality in everything and in us. So, then the non-dual functions begin to unfold, like seeing God in everyone else, in all creation, and having a capacity for moderation and for suffering with love for other people. Pain is joy. But to be a little clearer: pain is joy without ceasing to be pain. That’s important to recognize, because one sees suffering or difficulties as problems, or rather not as problems. As long as you see it as a problem, you’ll run away, which is the rational response.

But if your consciousness is growing, you see it [suffering or difficulties] as a challenge and an invitation to sit with it and wait, and pretty soon the two conflicts begin to resolve, not on the rational level, because the rational level is always the level of opposites or duality, but on a non-dual level, even if it’s only inchoate. You perceive that this apparent disaster, this contradiction of your heart’s great love, or whatever good work you’re doing, as a challenge to move to a higher level of consciousness where the two are resolved in the light of that higher perspective. And they’re not contradictory, ultimately, but complimentary. And so, it’s this level of consciousness that’s so desperately needed in society, the world, and politics.

La No-Dualidad Cristiana

La no dualidad se está volviendo un término familiar en lugares en donde es frecuente el dialogo entre diferentes formas de espiritualidad. Este es un tema muy importante para todas las religiones, pero me limitaré mayormente a la forma en que éste afecta a la comprensión cristiana del proceso de transformación. La no dualidad es una especie de sinónimo para el despertar o la iluminación, tal como se expresa en las otras tradiciones espirituales del mundo. Trataré de ponerla en el contexto de la tradición expresada en nuestras Escrituras, y sugiero que esta es una manera de abrirnos a este tema tan importante y profundo. La tradición cristiana, tal como la experimentamos, o la hemos experimentado en la infancia, tiene poco que decir acerca de la dualidad. Ese es un término que surge del diálogo con otras tradiciones sagradas y religiones del mundo.

Debemos convertirnos un sacramento al estar siempre en presencia de Dios y en relación con El. No es algo que hagamos los domingos. No es una oración antes de dormir. No es una oración al despertarnos. Es todo el tiempo, es decir que el objetivo es estar en Dios, y que todas nuestras acciones sean motivadas por el movimiento del Espíritu y la inspiración y guía dentro nuestro. Esa es la enseñanza de Cristo sobre qué hacer y cómo seguirlo - si queremos seguirlo - que nos conduce a la unidad con la Trinidad y con la Vida Divina.

La doctrina de la Inhabitación Divina es la forma en la que esto se expresa usualmente en los círculos cristiano. El silencio es una presenca infinita, ilimitada de la Realidad Última en todo y en nosotros. Así, comienzan a desplegarse las funciones no duales, como el hecho de ver a Dios en todos los demás, en toda la creación, y así tener una capacidad para la moderación y el sufrimiento por amor a los demás. El dolor es gozo. Pero para aclararlo aún mas: el dolor es gozo sin dejar de ser dolor. Es importante reconocerlo, porque vemos los sufrimientos o las dificultades como problemas, o en realidad no como problemas. Mientras los veamos como problemas nos escaparemos, lo que es la respuesta racional.

Pero si se acrecienta nuestra conciencia, los vemos [el sufrimiento, las dificultades] como un desafío y una invitación a permanecer en ellos y esperar, y muy pronto los conflictos comienzan a resolverse, no en el nivel racional, porque el nivel racional siempre es el nivel de los opuestos, de la dualidad, sino en un nivel no-dual, aunque solo sea incipiente. Percibimos que lo que parece ser un desastre, la contradicción del gran amor de nuestra vida o cualquier buena obra que estemos haciendo se convierten en un desafío para pasar a un nivel más elevado de conciencia en el que ambos se resuelven a la luz de una perspectiva más elevada. Y en última instancia no son contradictorios sino complementarios. Es por eso que es este el nivel de conciencia que es tan necesario en la sociedad, así como en el mundo y en la política